4 de julio, 2021 - No Tengas Miedo; Cree Nada Más.

Probado por familias, para familias (y otros también). Iglesia en Casa es un servicio interactivo de adoración semanal que se puede usar desde la seguridad de su hogar. Cada servicio se centrará en un tema y tendrá 3 canciones, lecturas y oraciones, un mensaje corto (4-5 minutos) para los niños y un mensaje más largo (10 minutos) para toda la familia.
— Explicación de iglesia en casa

Muchas gracias por probar nuestro servicio Iglesia en Casa.

Directamente abajo en español y aquí en inglés hay un servicio de adoración para usar en casa para leer como una familia, un individuo, o un grupo pequeño. Se incluyen enlaces a canciones y mensajes pastorales (inglésespañolbilingüe y para niños) que estarán disponibles cada sábado en Youtube. El jefe de familia puede liderar (L) y otros pueden responder (C) o todos pueden turnarse para leer las lecturas. Use los enlaces para las canciones y mensajes en el momento apropiado. No se sienta presionado para pasar por todo el asunto de una sola vez. Más bien, use cada elemento de este servicio para que sirva como una bendición para usted y su familia.

Si tiene una petición o si adora de esta manera este fin de semana, le pedimos que use o complete nuestra tarjeta de contacto en linea, o en el enlace a continuación en el servicio. ¡Comente para hacernos saber cómo fue y cualquier sugerencia que pueda tener!

Si le gustaría recibir este servicio de Iglesia en Casa cada semana por correo, puedes suscribir usando la forma más abajo, después del servicio.

Finalmente, puede ver a nuestro boletín de anuncios o más información de nuestra iglesia aquí.

¡Que Dios bendiga su servicio de Iglesia en Casa esta semana!

Pastor William Dunn

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No Tengas Miedo; Cree Nada Más.

Nuestro Dios es a la vez todopoderoso y misericordioso. ¡Qué consolante combinación para el creyente! En las lecturas para esta mañana vemos al Dios todopoderoso y misericordioso que puede hacer volver a su pueblo de cautiverio, sin que lo merezca, y que puede aún hacer vivir a una persona muerta. En todo problema, Dios siempre será nuestro ayudador, como dice el salmo para esta mañana.

El Himno de Apertura - Habla Oh Dios

La Invocación

L. En el nombre del Padre y del ☩ Hijo y del Espíritu Santo.

C. Amén. 

La Confesión y Absolución

Comenzamos el servicio reconociendo cómo nos hemos pecado y están privados de la voluntad y el deseo de Dios para nuestras vidas, y recibimos las buenas nuevas de que somos perdonados en Jesucristo.

L. Acerquémonos a Dios con un corazón recto y confesemos nuestros pecados, pidiéndole en el nombre de Jesucristo para perdonarnos.

C. Dios de la vida, confieso que soy por naturaleza muerto en el pecado. Por preocupar sin fe y auto-orgullo, por los pecados de hábito y los pecados de voluntad, por lo malo que he hecho y lo bueno que he dejado de hacer, tú debes arrojarme de tu presencia por siempre. Oh Dios, lo siento por mis pecados. Perdóname, por los méritos de Jesucristo.

L. Cristo ha muerto. Cristo ha resucitado. Cristo vendrá de nuevo. Por su gran misericordia, Dios nos ha hecho vivos en Cristo aun cuando estábamos muertos en nuestros pecados. Oigan la palabra de Cristo tal como lo proclamó al paralítico: "Ten, ánimo, los pecados te son perdonados." Tomemos en serio este perdón y lo proclamémonos el uno al otro en el nombre del Padre, y del Hijo ☩ y del Espíritu Santo. Amén. 

La Oración del Día

L. Oh Dios, que has preparado para los que te aman cosas tan buenas que sobrepasan el entendimiento humano: Derrama en nuestros corazones tal amor hacia ti que, al amarte nosotros sobre todas las cosas, se cumplan en nuestras vidas tus promesas, las cuales exceden todo lo que podamos desear; por Jesucristo, tu Hijo, nuestro Señor, que vive y reina contigo y con el Espíritu Santo, siempre un solo Dios, por los siglos de los siglos.

C. Amén. 

La Primera Lectura - Lamentaciones 3:22-33

En medio de las ruinas de Jerusalén y viendo las cenizas que antes eran el templo del Señor, Jeremías no se desespera, sino escribe este cántico de confianza. Tal confianza se basa solamente en la gracia y promesas del Dios todopoderoso, el cual después de setenta años libraría a su pueblo del cautiverio, cumpliendo con sus promesas.

Jet

22 El gran amor del SEÑOR nunca se acaba,

y su compasión jamás se agota.

23 Cada mañana se renuevan sus bondades;

¡muy grande es su fidelidad!

24 Por tanto, digo:

«El SEÑOR es todo lo que tengo.

¡En él esperaré!»

Tet

25 Bueno es el SEÑOR con quienes en él confían,

con todos los que lo buscan.

26 Bueno es esperar calladamente

que el SEÑOR venga a salvarnos.

27 Bueno es que el hombre aprenda

a llevar el yugo desde su juventud.

Yod

28 ¡Déjenlo estar solo y en silencio,

porque así el SEÑOR se lo impuso!

29 ¡Que hunda el rostro en el polvo!

¡Tal vez haya esperanza todavía!

30 ¡Que dé la otra mejilla a quien lo hiera,

y quede así cubierto de oprobio!

Caf

31 El Señor nos ha rechazado,

pero no será para siempre.

32 Nos hace sufrir, pero también nos compadece,

porque es muy grande su amor.

33 El Señor nos hiere y nos aflige,

pero no porque sea de su agrado.

Salmo del Día - Salmo 30

Cántico para la dedicación de la casa. Salmo de David.

1 Te exaltaré, SEÑOR, porque me levantaste,

porque no dejaste que mis enemigos se burlaran de mí.

2 SEÑOR mi Dios, te pedí ayuda

y me sanaste.

3 Tú, SEÑOR, me sacaste del sepulcro;

me hiciste revivir de entre los muertos.

4 Canten al SEÑOR, ustedes sus fieles;

alaben su santo nombre.

5 Porque sólo un instante dura su enojo,

pero toda una vida su bondad.

Si por la noche hay llanto,

por la mañana habrá gritos de alegría.

6 Cuando me sentí seguro, exclamé:

«Jamás seré conmovido.»

7 Tú, SEÑOR, en tu buena voluntad,

me afirmaste en elevado baluarte;

pero escondiste tu rostro,

y yo quedé confundido.

8 A ti clamo, SEÑOR soberano;

a ti me vuelvo suplicante.

9 ¿Qué ganas tú con que yo muera,

con que descienda yo al sepulcro?

¿Acaso el polvo te alabará

o proclamará tu verdad?

10 Oye, SEÑOR; compadécete de mí.

¡Sé tú, SEÑOR, mi ayuda!

11 Convertiste mi lamento en danza;

me quitaste la ropa de luto

y me vestiste de fiesta,

12 para que te cante y te glorifique,

y no me quede callado.

¡SEÑOR mi Dios, siempre te daré gracias!

La Segunda Lectura - 2 Corintios 8:1-9, 13, 14

Al ver las misericordias de nuestro Dios todopoderoso, que se humilló a sí mismo viniendo a este mundo como un pobre ser humano y muriendo como un criminal común, naturalmente vamos a querer compartir todas las riquezas, espirituales y materiales, que Dios nos ha concedido con los que tienen necesidad.

8:1 Ahora, hermanos, queremos que se enteren de la gracia que Dios les ha dado a las iglesias de Macedonia. 2 En medio de las pruebas más difíciles, su desbordante alegría y su extrema pobreza abundaron en rica generosidad. 3 Soy testigo de que dieron espontáneamente tanto como podían, y aún más de lo que podían, 4 rogándonos con insistencia que les concediéramos el privilegio de tomar parte en esta ayuda para los santos. 5 Incluso hicieron más de lo que esperábamos, ya que se entregaron a sí mismos, primeramente al Señor y después a nosotros, conforme a la voluntad de Dios. 6 De modo que rogamos a Tito que llevara a feliz término esta obra de gracia entre ustedes, puesto que ya la había comenzado. 7 Pero ustedes, así como sobresalen en todo—en fe, en palabras, en conocimiento, en dedicación y en su amor hacia nosotros—, procuren también sobresalir en esta gracia de dar.

8 No es que esté dándoles órdenes, sino que quiero probar la sinceridad de su amor en comparación con la dedicación de los demás. 9 Ya conocen la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que aunque era rico, por causa de ustedes se hizo pobre, para que mediante su pobreza ustedes llegaran a ser ricos.

13 No se trata de que otros encuentren alivio mientras que ustedes sufren escasez; es más bien cuestión de igualdad. 14 En las circunstancias actuales la abundancia de ustedes suplirá lo que ellos necesitan, para que a su vez la abundancia de ellos supla lo que ustedes necesitan. Así habrá igualdad.

El Evangelio - Marcos 5:21-24a, 35-43

El temor más grande que tiene el hombre en este mundo es el temor de la muerte. Por su consciencia, el hombre sabe que al morir se va enfrentar con juicio, y entonces, que consuelo nos da que nuestro Dios no solamente tiene el poder sobre la muerte, pero que también es misericordioso para ayudarnos en todo. Por medio de su propia muerte y resurrección, nos ha librado de la esclavitud a la muerte.

21 Después de que Jesús regresó en la barca al otro lado del lago, se reunió alrededor de él una gran multitud, por lo que él se quedó en la orilla. 22 Llegó entonces uno de los jefes de la sinagoga, llamado Jairo. Al ver a Jesús, se arrojó a sus pies, 23 suplicándole con insistencia: —Mi hijita se está muriendo. Ven y pon tus manos sobre ella para que se sane y viva.

24 Jesús se fue con él.

35 Todavía estaba hablando Jesús, cuando llegaron unos hombres de la casa de Jairo, jefe de la sinagoga, para decirle: —Tu hija ha muerto. ¿Para qué sigues molestando al Maestro?

36 Sin hacer caso de la noticia, Jesús le dijo al jefe de la sinagoga: —No tengas miedo; cree nada más.

37 No dejó que nadie lo acompañara, excepto Pedro, Jacobo y Juan, el hermano de Jacobo. 38 Cuando llegaron a la casa del jefe de la sinagoga, Jesús notó el alboroto, y que la gente lloraba y daba grandes alaridos. 39 Entró y les dijo: —¿Por qué tanto alboroto y llanto? La niña no está muerta sino dormida.

40 Entonces empezaron a burlarse de él, pero él los sacó a todos, tomó consigo al padre y a la madre de la niña y a los discípulos que estaban con él, y entró adonde estaba la niña. 41 La tomó de la mano y le dijo: —Talita cum (que significa: Niña, a ti te digo, ¡levántate!).

42 La niña, que tenía doce años, se levantó en seguida y comenzó a andar. Ante este hecho todos se llenaron de asombro. 43 Él dio órdenes estrictas de que nadie se enterara de lo ocurrido, y les mandó que le dieran de comer a la niña.

El Mensaje para Niños

El Himno del Día - Solo en Jesús

Sermón Bilingüe -o- Sermón en Español

La Confesión de la Fe - El Credo Apostólico

Declaramos las verdades de la fe que han unido a la iglesia durante miles de años.

Creo en Dios Padre todopoderoso, creador del cielo y de la tierra.

Y creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor; que fue concebido por obra del Espíritu Santo, nació de la virgen María, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, murió, y fue sepultado; descendió al infierno; al tercer día resucitó de entre los muertos, subió al cielo, y está sentado a la derecha, de Dios Padre Todopoderoso; y de allí vendrá de nuevo a juzgar a los vivos y a los muertos.

Creo en el Espíritu Santo, la santa iglesia cristiana, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección del cuerpo, y la vida eterna. Amén. 

La Ofrenda

En agradecimiento por el mensaje de gracia y perdón de Dios, si desea apoyar nuestro ministerio con un regalo financiero, puede hacerlo sin cargo a través de nuestra página de Facebook o con un cargo pequeño a través de PayPal. Le agradecemos por su donación.

Tarjeta de Contacto en linea

¡Por favor, utilice este enlace para conectarse con nosotros en línea! Háganos saber que adoraste con nosotros o danos una petición de oración.

Oración General

Use este tiempo para orar a Dios por cualquier cosa que esté en su corazón y mente. Recuerde quién es Dios y cómo se describe a sí mismo en la Biblia. Concéntrese en su perspectiva eterna. Considere no solo su propia vida, sino también la vida de los demás. Finalmente, ore con confianza sabiendo que Dios lo escucha y ore en el nombre de su salvador, Jesucristo.

El Padrenuestro

Canta usando el enlace o reza la oración abajo que Jesús enseñó a sus discípulos.

Padre nuestro, que estás en los cielos, santificado sea tu nombre; venga a nos tu reino; hágase tu voluntad, así en la tierra como en el cielo. El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy; y perdónanos nuestras ofensas, así como nosotros perdonamos a los que nos ofenden; y no nos dejes caer en la tentación, mas líbranos del mal. Porque tuyo es el reino, el poder, y la gloria, por los siglos de los siglos. Amén.

La Bendición

Así como Dios le dijo a Aarón que bendijera a su pueblo de esta manera, le pedimos a Dios que nos bendiga a mientras seguimos con nuestras vidas.

L. El Señor nos bendiga y nos guarde;
    El Señor haga resplandecer su rostro sobre nosotros y tenga misericordia de nosotros;
    El Señor vuelva su rostro hacia nosotros, y ☩ nos conceda la paz.

C. Amén. 

El Himno de Clausura - Señor mi Dios